Limpieza y mantenimiento de los colchones de muelles
Los colchones de muelles son muy fáciles de limpiar. Para poder llevar a cabo una limpieza con éxito lo primero es asegurarnos de qué tipo de muelles estamos limpiando. El muelle puede ser el bicónico o bonell, o el ensacado.
Una de las ventajas que tiene un colchón de muelles es que tiene una alta transpiración y ayuda desprenderse de ácaros. Para su mantenimiento tendremos que ir rotándolo de pies a cabaeza y de cabeza a pies cada 3 meses, y si podemos también ir volteándolo.
Su limpieza es fácil, ya que simplemente debemos de batear sus caras para expulsar los ácaros. Para hacer esto lo mejor es ponerlo de pie en una pared y cerca de una ventana. También podremos usar un trapo húmedo para hacer una limpieza más a fondo. Para ello con un trapo húmedo con agua y jabón suave nos bastará.
Después de limpiar hay que tener en cuenta que se tiene que airear muy bien para evitar que coja humedades que deriven en la aparición de moho. A pesar de que los colchones de muelles son de los más transpirables, hay que tener en cuenta que no se pueden humedecer en exceso porque provocaría la aparición de moho debido al resto de capas que lleva su composición.
Si te resulta muy complicado mantener el el tiempo estas tareas de limpieza, lo mejor es tener una bajera protectora como las que tenemos en Kivole, que evitará que el posible derrame de líquidos, sudor, etc. lleguen hasta tu colchón, y aumentará la durabilidad de uso y su vida útil.